La estacionalidad se combate desde el interior.
El sector turístico está en el centro de la mayoría de los proyectos experimentales articulados en la provincia de Castellón en los últimos años. No hay duda pues de su valor estratégico como elemento de creación de empleo, pero también como herramienta de articulación territorial. La conexión costa interior permite visualizar destinos más complejos y con capacidad para competir como un solo ente territorial en el mercado turístico.
Este ha sido, sin duda, el elemento estratégico central en los pactos de la Plana Alta Nord, la Plana Baixa y el pacto Castelló Nord. En el caso del área de la Plana, el turismo se plantea como eje vertebrador del territorio, con la implicación de todos los municipios en sus respectivos proyectos y con un doble objetivo. En primer término, se busca conectar la potencialidad turística del litoral con el interior y, en segundo lugar, como resultado directo, hacer frente al grave problema que representa la estacionalidad del turismo. En ambos proyectos, la vía de conexión ha sido a través de la puesta en valor de recursos turísticos en el interior y conectarlos con rutas y nuevos productos con la costa. En el caso de Castelló Nord, el enfoque ha sido similar, si bien actuando en este caso como complemento a la oferta de costa que procede del pacto Maestrat Litoral. Las propuestas se han centrado en poner al servicio del turista de sol y playa el patrimonio natural y paisajístico del interior, y complementarlo con gastronomía, patrimonio arquitectónico y cultural. Ferias, tradiciones culturales, rutas, olivos milenarios o la sierra de Espadán, se unen como experiencias a la oferta litoral.
Se ha buscado en todo momento identificar el territorio como un conjunto, y poner a disposición del turista de costa la oferta que representa el interior como elemento complementario. Estos pactos han entendido que el visitante que se siente atraído por la oferta de sol y playa demanda también otras actividades que complementen y enriquezcan su estancia. Gastronomía, cultura y naturaleza han sido señalados como puntos fuertes, y como generadores de experiencias complementarias al aparente sedentarismo con el que se identifica la estancia en hoteles y apartamentos de costa.
Se quiere enriquecer la experiencia del turista y ampliar el territorio de referencia, creando destinos más complejos donde a la oferta de costa se unen otros motivos de viaje con demanda creciente y que se asocian con el interior. El objetivo es ampliar la percepción sobre el destino más allá del periodo estival, beneficiando de esta forma al interior y, sobre todo, extendiendo en el tiempo la temporada turística en combinación con la oferta de establecimientos disponibles en el litoral.