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DIAGNÓSTICOS

Avalem Territori se centró, en su primera fase, en la elaboración de un riguroso diagnóstico sobre el mercado laboral valenciano –que se caracteriza por su gran complejidad y vulnerabilidad-, en el que las principales preocupaciones son la reducción del empleo de calidad, la precariedad laboral (en cuanto a condiciones de empleo y salariales) y las dificultades de acceso al trabajo por parte de determinados colectivos (jóvenes, mujeres y mayores de 45 años), que favorecen su exclusión social.

La evolución del mercado laboral valenciano desde 2008 ha estado totalmente condicionada por el contexto de la crisis, que generó una profunda recesión hasta comienzos de 2014 y una insuficiente recuperación posterior, que no ha permitido alcanzar los niveles de empleo anteriores y se traduce aún, años más tarde, en tasas de paro muy elevadas.

Sobre este escenario ya difícil, la crisis sanitaria de la COVID-19 ha tenido en 2020 un duro impacto sobre la economía y el empleo, que hace necesaria la revisión de los primeros análisis y de las estrategias derivados de ellos.

La crisis sanitaria de la COVID-19 ha tenido en 2020 un duro impacto sobre la economía y el empleo

El diagnóstico del mercado laboral de Avalem Territori partió de tres áreas de trabajo, para identificar:

– Los diversos recursos vinculados a los procesos de desarrollo para la creación de empleo (naturales, humanos, sociales, económicos, culturales, etc.).

– Los procesos de innovación que contribuyen al desarrollo territorial por su capacidad para incorporar mejoras en el escenario económico y social en su ámbito geográfico.

– Las diferentes redes que actúan en los territorios como instrumentos vertebradores y son la base de su tejido empresarial, económico, público y privado, institucional e incluso social.

Avalem Territori ha abordado el análisis territorial de la Comunitat Valenciana a partir de 18 áreas funcionales, unidades territoriales autónomas con dinámicas espaciales propias, que requieren actuaciones específicas para definir objetivos en cuanto a impulso de políticas estratégicas sobre empleo, formación profesional, equilibrio territorial entre población y empleo, movilidad sostenible, y regulación e implantación de suelo para actividades económicas. Se contemplan cuatro tipos de áreas funcionales:

• Las áreas urbanas integradas, constituidas por sistemas metropolitanos. Son las capitales provinciales y sus áreas metropolitanas: València, Castelló y Alacant-Elx.

• Las áreas funcionales litoral-interior, integradas por ciudades litorales con función de nodo principal y comarcas de interior bajo su influencia: Els Ports-Baix Maestrat, Valle del Palancia, la Marina Alta, La Marina Baixa y la Vega Baja.

• Las áreas funcionales del interior, que tienen su fundamento en el sistema de ciudades-nodos de interior, con un área de influencia integrada por comarcas rurales. El modelo territorial está estructurado en ciudades continentales, con predominio de actividades industriales tradicionales y centros de servicios y comerciales: Requena-Utiel, Xàtiva, la Vall d´Albaida, el Vinalopó y Alcoi.

• Las áreas funcionales singulares, que tienen características territoriales particulares. Por una parte, un territorio como la Ribera del Xúquer, con dos comarcas tradicionales, de litoral y de interior, con una capital de interior (Alzira), una economía diversificada, una presencia condicionante de la multinacional del automóvil y la influencia metropolitana. Por otra parte, la Safor, una microárea funcional, caracterizada por la diversidad de su estructura económica (industria, agricultura comercial, turismo, actividad comercial y puerto).