El Pacto Castelló Norte ha colaborado con El Plan de Dinamización turística en la implicación de los empresarios en la difusión y consolidación de sus productos.
El Pacto Castelló Norte y el Plan de Dinamización trabajan de forma conjunta para involucrar a los empresarios con el desarrollo del territorio, consiguiendo que valoren las ventajas de trabajar de forma conjunta, creando sinergias y fomentando el diálogo público – privado. Así, el valor del que impregnamos el territorio se materializa en proyectos y en oferta competitiva.
Para conseguir este objetivo se han celebrado jornadas informativas para crear grupos de trabajo. De momento son ya más de 25 las empresas de la zona que se han adherido a esta iniciativa que surge como el germen de un proyecto similar al que sería un «Club de Producto». Estamos en un momento incipiente, pero la voluntad de los empresarios de la zona es muy fuerte, están comprometidos con los proyectos y saben que unidos podrán sacar mejores resultados. Se han celebrado dos jornadas informativas, una en Sant Mateu y una segunda en Canet lo Roig, de las que han surgido los 25 empresarios interesados en el proyecto. La mayoría de las empresas se dedican al sector agroalimentario: restaurantes, queserías, bodegas, productores de aceite, almendra y vino. También hay alojamientos rurales, empresas de actividades (alquiler de bttt, visitas guiadas), etc. Paralelamente estamos trabajando en la identificación, diseño, conceptualización y desarrollo de productos y experiencias para comercializarlas.
En una segunda fase se hará formación específica para los adheridos al proyecto con la creación, presentación y comercialización de productos y experiencias como eje conductor.
Recordamos que los municipios que forman parte del Pacto son Xert, Vilar de Canes, Traiguera, Tírig, Sant Mateu, San Jordi, Rossell, la Jana, Cervera del Maestre y Canet lo Roig. La voluntad de estos municipios es poner en valor las señales de identidad que ya poseen y su propia idiosincrasia fundamentada principalmente en la «ruralidad».
Para conseguir este objetivo es imprescindible la participación privada de las empresas ubicadas en el territorio. Un objetivo que se va consiguiendo porque precisamente se está dando un fenómeno singular: el fuerte impulso que toman muchos jóvenes de los municipios para recuperar los antiguos oficios artesanos o revitalizar empresas de sus mayores y transformarlas a esta nueva época digitalizada y global.